UN AMOR A LO LEJOS
No ignoro que toda lejanía es triste,
que todo buen sentimiento debe de estar cerca,
como tu amor junto al rio,
como tu amor….junto al mío.
Estar lejos es obligar a la memoria a recordarte,
buscar entre acertijos y diamantes,
aquellos días juntos, aquellos días de gloria,
aquellos días en que cambio mi suerte.
Estar lejos no evita a veces que el amor…se ausente,
Por momentos…de a ratos, casi…imperceptiblemente.
No tenerte cerca implica forzar los sueños,
que vengan hacia uno algunos vagos recuerdos,
aunque al despertar encuentre un vacio,
que al tu no estar, termina uno aceptando,
esa cruel realidad.
Es que…no están tus ojos, no están tus manos y…
tampoco siento tus melodiosos pasos.
Tener un amor lejano, muchas veces,
significa renunciar al hoy,
a lo que podría hacer contigo hoy,
a sentir la suavidad de la seda de tu piel, hoy,
a ver el brillo de tus ojos, cuando lees mis labios, hoy,
es que la lejanía destruye ese hoy,
y el mañana se convierte en algo etéreo,
sublime espera de algo que no sabemos.
Tenerte lejos, convierte a mi alma en acero,
le pone llave al corazón,
y no permito que nadie ingrese a aquellos escondites secretos,
que solo sabemos tú y yo.
Que hoy no te tenga, que no pueda verte
que la locura quiera ser yo insistentemente,
que la sed de amarte, sea igual
a la de ir por un desierto y buscarte,
me hace pensar si no sería mejor
para ti o para mi…
tratar de olvidarte.
