HAY ABRAZOS ...
Hay abrazos que acompañan y protegen, que queriendo o sin querer contienen y sostienen.
Hay abrazos sentidos y resentidos; abrazos que perdonan y olvidan; que prometen segundas oportunidades; que indultan castigos, tragan sus egos y apuestan de nuevo.
Hay abrazos que ayudan a olvidar y a estrujar las penas; que regocijan y llenan de esperanza; que renuevan ilusiones ya rendidas y redimidas.
Hay abrazos curativos, que cicatrizan heridas epidérmicas y profundas, suplantando a todo tipo de terapia, fármaco o tratamiento.
Hay abrazos que abrazan el alma; abrazos que dicen aquello que con palabras jamás podría si quiera osarse a decir, aquello que se siente pero ser esconde muy dentro bajo varias vueltas de llave.
Hay abrazos que colman corazones vacíos y orientan a los taciturnos que vagan perdidos.
Hay abrazos para recordar y olvidar; abrazos para inmortalizar y sepultar; abrazos para perpetuar y para borrar.
Hay abrazos para repetir y brazos para reincidir…y están también los abrazos que amanecen después de la noche; que reverdecen en los inviernos del alma; que iluminan las oscuridades más sombrías, despertándonos del letargo y del hastío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario