PARA ENTONCES
Quiero morir cuando decline el día,en alta mar y con la cara al cielo;
donde parezca un sueño la agonía,
y el alma, un ave que remonta el vuelo.
No escuchar en los últimos instantes
ya con el cielo y con el mar a solas,
más voces ni plegarias sollozantes
que el magestuoso tumbo de las olas.
Morir cuando la luz, triste retira
sus áureas redes de la onda verde,
y ser como ese sol que lento expira;
algo muy luminoso que se pierde. . .
Morir, y joven; antes que destruya
el tiempo aleve la gentil corona;
cuando la vida dice aún; soy tuya,
aunque sepamos bien que nos traiciona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario